Una se cansa cuando no consigue ver mas allá de lo que está en la superficie, cuando se pierde en el mundo de los que piensan que todo es negro, de los que nunca dan un paso mas que para fundir el fuego de la cizaña, porque como ellos nos son felices los demás tampoco pueden serlo; una se cansa cuando se niega a ser feliz, porque se está más pendiente del qué dirán que de lo que realmente es importante, que es afrontar y querer ser una misma,aunque te llamen loca y no seas comprendida; una se cansa cuando se ciega en lo que le gustaría y no consigue mirar el horizonte con los ojos del corazón, pues todo es un capricho y un azar y no se molesta en pensar que puede que esté equivocada, pero aun así insiste en querer que todos te alaben.
Pero, de repente, la vida enseña que no todo puede ser desde un solo punto de vista, que no todo es negro ni blanco, que las adversidades son pruebas para que te conozcas y salgas del gran vacío en que estás, para mostrarte que siempre puedes intentarlo, que siempre puedes ir mas allá de lo que se siente y que eso es lo bello.
Una se cansa cuando pierde el sentido de la vida y va cerrando todas las posibilidades por el miedo a enfrentarte con la realidad, por el querer coger el camino fácil, ese que lleva la corriente pero no te hace pensar , sino que lo vas haciendo por inercia; se pierde cuando no te valoras y dejas que te arrastren por el camino sencillo en el que eres una marioneta, que no tienes que razonar , solo sentir y padecer y hacer de tu vida una visión de ser victima o inferior a aquellos que no tienen más que hacer que humillar o pensar con lo que no se debe.
Se cansa cuando pierdes la frontera de lo que sí y lo que no, de quién sí y quién no, de lo que consiste realmente lo que tienes, que es un gran tesoro que tú solo sabrás si no lo irradias hacia a fuera por ponerte mascaras aleatorias delante tuya.
Pero de vez en cuando surge esa posibilidad de plantearte la vida, de quererte y confiar en ti, sabiendo que te puedes equivocar, que no siempre es como tú quieres, pero que siempre merecerá la pena avanzar en el sendero que te ha tocado vivir, porque es el que creas tu cada día, cada momento y cada instante.
Una se cansa cuando el rumbo se pierde o no se conoce, cuando no tiras hacia adelante pues jamás te has planteado que la vida es un recorrido a hacer, pero que nadie lo podrá conseguir más que tú, nadie lo hará por ti por mucho que grites, que no se puede echar las culpas a otros de lo que tú no haces, por mucho que te guste hacerlo, que se ha de ser coherente, firme y conocer que dentro de ti hay una gran luz, fuerza y coraje, para hacer de la vida una gran balanza en la que tú eres ese ser especial que da, recibe, valora e intenta que todo vaya como debe, dando valor a lo que realmente es necesario, sabiendo tolerar, dar gracias , pedir perdón, sonreír y llorar si hace falta, pero lo bello es que tienes siempre lo suficiente para conseguirlo, para no tener que abandonar en el intento, que naces y ya estás aquí y la misión, o lo que tu haces al principio es respaldado, pero poco a poco se va soltando el cordón umbilical y tienes que llegar a ser tú misma para afrontar y crecer y ser esa persona que tanto ansias.
Una se cansa cuando siempre está esperando algo, cuando solo quiere ser valorada y escuchar halagos , que no siempre vendrán o no siempre te podrán ayudar, pues la primera que tienes que valorarte eres tú, para que los demás puedan hacerlo; la primera que tienes que ser fuerte eres tú, para que lo que te rodea pueda ser digno y llevadero, porque todo es como tú quieras cuando sabes mirar, escuchar, respetar, y no buscas ser ese centro en el que en un principio todo parece bello, pero también te hace cerrarte las puertas a la sencillez, a la humildad, a la humanidad, porque te pierdes ese sentido de la vida, en el que vas poco a poco y no te haces diosa de lo que no eres ni nunca serás, como no aprendas a controlar el ego.
Pero todo va dando muchas vueltas y poco a poco, zarpazo a zarpazo, vas aprendiendo a valorar, crecer, desarrollarte y conocer la esencia real de todo, porque si algo bello tiene esta vida es que no deja nada al derrotero y te va enseñando a comprender, sentir y expresar.
Una se cansa, una se deja vencer, una se siente, una se expresa, una camina, una busca, pero siempre resurge y renueva haciendo de lo imposible lo posible, pues más pronto o más tarde te das cuenta que la vida es algo tan bello, que las personas reales son tan grandes de corazón, que a pesar de los baches, las grandes montañas, los océanos inmensos, también tienes la posibilidad de buscar, de encontrar, de aprender y de ser tú misma en el valle que todos hacemos y construimos y así, perseverando, llegas a hacer cosas bellas a pesar de las equivocaciones, a pesar de las meteduras de pata y eso es lo bello.
Pero hay algo que nunca te puede cansar que es un decir te quiero, un expresar lo que sientes, un saber que hoy estás, eres y lo cuentas.
EstheR., sé feliz.
Esther Sánchez Orantos
