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 LA INTUICIÓN ES UNA GRAN ALIADA



Octubre 13, 2021, 07:31:19 am
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Desconectado Francisco de Sales

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LA INTUICIÓN ES UNA GRAN ALIADA
« en: Octubre 13, 2021, 07:31:19 am »
LA INTUICIÓN ES UNA GRAN ALIADA

Dice la Wikipedia acerca de la intuición que “viene del latín intuitio, “mirar hacia dentro” o “contemplar” y que “es directa e inmediata, sin intervención de la deducción o la razón (o razonamiento) siendo considerada como evidente”. También dice que “es el conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción y formulación, y por lo tanto no puede explicarse o, incluso, verbalizarse. El individuo puede relacionar ese conocimiento o información con experiencias previas, pero por lo general es incapaz de explicar por qué llega a una determinada conclusión o decisión.”


En mi opinión, la intuición –esa gran desconocida- es una capacidad con la que nacemos, forma parte de nuestra naturaleza, se encuentra a nuestra disponibilidad y servicio.

Conviene desmitificar la palabra de ese sentido habitual de que es una especie de clarividencia para percibir “lo que no es notable para el ojo Humano” o que es la “facultad de adivinar hechos futuros o sucedidos en otros lugares”. No tiene que ver exclusivamente con estos asuntos. Es, también, la “facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento” y la “percepción íntima e instantánea de una idea o una verdad que aparece como evidente a quien tiene esa intuición”.

Yo creo que es una facultad que está en todas las personas y que se manifiesta espontáneamente. Parece que unas personas están más capacitadas para el contacto con ella, pero esta capacitación quizás se deba a que pone menos obstáculos para dejarse contactar por ella y para que se manifieste. Tengo comprobado que las personas que dan crédito a sus intuiciones consiguen con ello que ésta se manifieste más a menudo. Es como si ella estuviera actuando siempre, pero a la vista de que algunos no le hacen caso se sigue manteniendo ahí pero casi por obligación, aburrida y desganada; en cambio, cuando alguien le hace caso, cuando alguien se permite confiar en ella, se manifiesta con más asiduidad, con más entrega, y de ese modo también uno aprende a interpretar mejor sus mensajes, que no siempre se expresan con la claridad de un diccionario.

La intuición -la “facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento”- es más rápida que la mente, porque es directa, no necesita de justificaciones ni de razones o de elaboradas explicaciones mentales. Se intuye algo y ya no se necesita más. Es seguro. Es cierto.

Hay que saber distinguir –y esto sólo se consigue con la práctica- entre la intuición y los pensamientos de la mente. Llevan diferentes caminos para llegar hasta nosotros. La primera es rápida, firme, segura –a pesar de no tener argumentos ni razonamientos que puedan dar seguridad-, mientras que los segundos jamás llegan con pureza sino que antes pasan por la contaminación mental y se contagian con los prejuicios y condicionamientos que tenemos; también se distinguen porque no tienen la firmeza de una intuición bien afinada.

Pálpitos, presentimientos, corazonadas, adivinaciones… hay muchas palabras para designar lo que es tan difícil de explicar, porque es una dimensión que no tiene una base irrefutable sino que se basa en algo tan inconcreto como son las sensaciones y las emociones.

Einstein decía que “es el alma que nos habla. No es magia ni embrujo sino sutil capacidad”. “Es una forma de sabiduría”, dijo San Agustín. Hay quien dice que es la manifestación de una sabiduría ancestral o que se debe al conocimiento que traemos de reencarnaciones anteriores.

Parece que aún no conocemos su origen, pero sí su función: hacernos saber algo, adelantarle el trabajo a la mente, ayudarnos donde no sabemos manejarnos.

Para los más incrédulo recomiendo llevar una especie de estadística donde anotar lo que le dicen sus intuiciones y después verifique si eran acertadas o no. De ese modo podrá decidir si confiar más en ellas, si entrenarse –no permitiendo que la mente intervenga-, o si reconocerse incapacitado para disfrutar de ellas, rendirse y olvidarlas.

Pero sí que se merece una atención. Quizás esté bien una nueva mirada, más profunda, y dedicarle el tiempo y la consideración que se merece.

Te dejo con tus reflexiones…

 

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